En Sauvage, las novias son diferentes. Cuando llegan a nuestro showroom íntimo de la Roma Norte (CDMX) es porque la visión que tienen de su boda sale de los estándares y del protocolo establecido.
La boda de Regina no es la excepción. Ella y Gerardo decidieron celebrar su amor en una isla rodeados de sus más cercanos con el fin de compartir algo más auténtico.
La pareja escogió no tener vídeo y únicamente fotos “no posadas”, buscando solamente capturar el momento y la esencia de esta noche única.
Hoy, en el blog de Sauvage, Regina comparte con espontaneidad su filosofía acerca de las bodas, así como cada detalle de su gran día capturados por Button Up Photography.
¿Regina, donde y cuando te casaste?
El 19 de marzo 2022 en el Club de Playa Zama en Isla Mujeres, Quintana Roo.
¿Cómo tú y tu Gerardo escogieron el lugar?
Queríamos un lugar que hiciera que nuestros invitados se desconectaran de sus vidas cotidianas. Siempre nos ha gustado Isla Mujeres por ser una isla sencilla con una vibra relajada en un mar de tonos azules hermosos, así que decidimos hacerla ahí.
¿Como Gerardo y tú se encontraron?
Nos conocimos siendo socios hace 7 años y nos hicimos muy amigos. Con el tiempo y la vida, la amistad se convirtió en algo más.
¿Como fue la pedida?
En Año Nuevo del 2021 en Vail, Colorado, después de la cena.
¿Cuánto tiempo pasó entre la pedida y la boda?
Pasaron 1 año y 2 meses.
¿Como escogiste tu vestido?
Es Gerardo quien encontró Sauvage en Instagram y pensó que me gustarían los vestidos. ¡Hice cita y cuando fui a verlos me encantaron!
Regina escogió el vestido Dolan hecho por la diseñadora Laure de Sagazan: un vestido de corte recto con un escote cruzado, mangas hombreras y espalda descubierta, confeccionado en seda bordado de encaje de Calais. Su diseño, ambos minimalista y elegante, resultó ser lo ideal para una boda de playa.
¿De qué tamaño fue la boda?
Tuvimos 120 invitados.
¿Tuvieron el apoyo de un wedding planner?
Si, Ivana: una italiana maravillosa que vive en Cancún.
Cuéntanos un poco acerca de tu boda y de su ambiente, lo que fue importante para ti y Gerardo.
Fue una boda pequeña; queríamos un ambiente muy íntimo. Primero, nos casamos por el civil a la orilla del mar al atardecer mientras una orquesta de cuerdas acompañaba la ceremonia. Después, hubo un cóctel en donde tocó un DJ con un saxofonista. A las 8:00 pm nos sentamos a cenar y finalizamos con la fiesta en donde nos siguieron acompañando el DJ y el saxofón.
Un día antes del evento hicimos un cóctel “Meet & Great” y ayudó mucho para que la gente se relajara y se conociera. Así que el mero día estuvo super a gusto. ¡La gente se divirtió mucho!
La decoración fue tipo boho-chic de playa, con muchas velas, caminos de petate en la arena, flores en tonos muy claros y líneas de luces en las palmeras.
La comida estuvo muy rica: fue una comida de un chef reconocido en la zona; gazpacho de sandia, carpaccios y salmón de plato principal. Por supuesto que no podía faltar el pastel tipo volcán de chocolate y la mesa de dulces.
Para nosotros fue muy importante hacer de la boda una verdadera celebración entre amigos, por eso lo mantuvimos tan pequeño; con nuestra gente más cercana que conoce nuestra historia y que su principal objetivo era celebrar con nosotros.
¿Cuál fue tu momento favorito de la boda?
El primero fue un pequeño ritual que hicimos llamado “The Sacred Seven” que nos platicó una amiga. Se trata de tomarse 7 minutos (“sagrados”) después de la ceremonia (ya sea religiosa o civil) en donde antes de ir a los abrazos y felicitaciones de los invitados, te vas a un lugar privado con tu nuevo esposo(a): se toman de las manos, pegan las cabezas y cierran los ojos. La intención de estos 7 minutos es dejar entrar y acomodar todo lo que acaba de suceder con la ceremonia. Antes de salir a festejar, tomarse un momento de asimilar tu nueva vida juntos; el amor, la complicidad y todos los planes juntos.
El segundo momento favorito fue cuando bailamos juntos. Elegimos una canción portuguesa que escuchamos en un roatrip que hicimos por Portugal. Fue un momento muy nuestro, muy cariñoso y divertido.
¿Eventualmente, cual fue el reto más grande durante la organización?
Nuestra boda fue muy sencilla de organizar porque ambos somos muy relajados, pero quizá el tener que hacer la logística de cruzar a los músicos a la isla en los horarios que se necesitaban.
¿Qué consejo darías a futuras novias?
Que se diviertan y no se preocupen por detalles que no valen la pena. La boda pasa muy rápido y lo más importante es divertirse, no tiene que salir perfecta. Además, que inviten a la gente que más quieren y la más cercana, a nadie por compromiso.
Proveedores de la boda
Venue: Zama Beach Club, Isla Mujeres | Foto: Button Up Photography | Wedding Planner: White Chic Wedding Planner | Flores, mobiliario, decoración: Canteiro Weddings | Vestido de novia: Laure de Sagazan por Sauvage - La novia libre | Peinado y maquillaje: Carolina Bellavista & Co. | Accesorios de la novia: Joyas antiguas personales, Calzado Rachel Simpson | Anillos: Berger | Música: Saxofón Ariel Rossini, Música en vivo cubana y jazz Arpason, DJs Luis Wa y Jorge Silva
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