Una nota personal de la fundadora de Sauvage – La novia libre
Desde siempre la moda nupcial ha sido relacionada con vestidos de novia llamativos, extravagantes, dramáticos. En la mayoría de los casos, cuando evocamos la palabra “vestido de novia”, visualizamos un vestido muy amplio, con mucho volumen, es decir, como dirían muchos, un “vestido de princesa”.
Sin embargo, hoy, podemos observar que más y más mujeres están escogiendo un estilo muy distinto, un estilo más minimalista, más ligero, más respetuoso de la silueta, un estilo que refleja quienes son.
La moda, siempre, a través de los siglos, nos ha permitido hablar de nuestra época y, sobre todo, afirmar nuestra personalidad. Una prenda, invariablemente, habla de nosotros. Y en este sentido, las novias de hoy ya no quieren parecerse a todos las demás novias, ya no se quieren casar como se casaron sus amigas, sus vecinas, sus mamas y sus abuelas antes. Buscan ser ellas mismas, lo que se volvió poco compatible con un vestido de princesa donde el cuerpo se pierde debajo de varias capas.
Este deseo de autenticidad por parte de las novias se extiende a las parejas en general que están, poco a poco, dejando las grandes recepciones con mucho protocolo a favor de bodas mas personales, inspiradas por la naturaleza, “casual elegante”, que reflejan quienes son.
Sin duda, esta tendencia encuentra sus raíces en Francia donde el “effortless chic” es un leitmotiv. Alla, no se trata de usar artefactos llamativos o pesados sino, al contrario, de hacer de la sencillez una fuerza: “less is more”. Muchos adornos y cualquier exceso es un error de gusto. Lo que cuenta es la comodidad, la funcionalidad y los más importante, el toque personal. No existe un código como tal, es decir, si te quieres pintar los labios de rojo, ¡hazlo!
El estilo nupcial francés emana un sentido de “chic confidence” donde la novia es chic, cool, seductora, relajada. Escotes profundos, espaldas descubiertas o con juegos de transparencia, faldas fluidas, encajes únicos y sedas bordadas son los ingredientes invariables que posicionan a los vestidos de novia franceses en la vanguardia.
El saber-hacer artesanal francés, la calidad de las telas, los crepés de seda suaves, los encajes finos producidos en Francia, así como la atención en los cortes están en el corazón de la moda nupcial francesa.
Laure de Sagazan, una diseñadora con quien tenemos el honor de trabajar en Sauvage, dice: “Nuestra atención a los detalles y la delicadeza de nuestros adornos y encajes son realmente valorados por nuestras novias; pueden sentir la diferencia en su cuerpo y aman esta sensación.”
Lauren Crispin, cofundadora de The Mews Bridal en Londres y Nueva York añade: “Además de la calidad, lo que define a los diseñadores franceses y a sus clientas es que conjugan elegancia con facilidad, clasicismo con nonchalance. Es una yuxtaposición que ejecutan de una manera que nadie más puede.”
Una incomparable atención al detalle y a la calidad combinada con una elegancia “effortless” son la esencia de Sauvage – La novia libre, un lugar en donde podrás ser quien eres verdaderamente. Y si en el fundo de tu corazón te sientes princesa, te invitamos a descubrir nuestros vestidos de la diseñadora Caroline Takvorian cuyo el estilo se caracteriza por una feminidad asumida, con carácter, pero siempre con mucha fluidez y ligereza.
Me gustó leer este texto. Siempre he creído que el vestido de novia debe ser una extensión de la personalidad de la novia, y no un disfraz. Es maravilloso ver cómo la moda nupcial evoluciona hacia estilos más auténticos y menos convencionales.
La descripción del estilo nupcial francés me encantó. La combinación de elegancia y comodidad es perfecta para una novia moderna. Me siento afortunada de haber encontrado un vestido que me permitió ser yo misma y disfrutar al máximo de mi boda. Al final el secreto del éxito el día de la boda está en los detalles: la comida un buen dj, un buen cuarteto o coro para la misa (nosotros contratamos a concertonovo.mx muy recomendable), los zapatos, l…