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Foto del escritorSauvage

Alejandra y Rich – Una boda desde Sudáfrica a Oaxaca



Al igual que su historia de amor, la boda de Alejandra y Rich fue una verdadera aventura fuera de los caminos trillados. ¿Pueden imaginar una historia más allá de las fronteras, una historia de encuentro entre Oaxaca y Sudáfrica? ¿Pueden imaginar lo que pasa después de este encuentro, cuando la pareja toma la decisión casarse rodeada de toda su familia y de todos sus amigos quienes viven por todo el mundo?


Cada vez que compartí un momento con Alejandra, acompañándola en el proceso de elección de su vestido y durante sus ajustes, ella me contaba como ella y Rich avanzaban en la planeación de su boda. Sin embargo, tengo que confesar que lo que visualizaba en ese entonces estaba muy lejano de lo increíble que vivieron.



Durante tres días, Alejandra y Rich celebraron su amor de todas las formas posibles. De un coctel de bienvenida casual a una comparsa de día de muertos, pasando por una ceremonia civil, una fiesta en un jardín seguida de un “after-party” en una cantina antigua y una boda tradicional oaxaqueña el día siguiente, vivieron con sus más cercanos una experiencia multicultural cuya planeación fue muy demandante, pero valió mil veces la pena.


Estoy infinitamente agradecida que Alejandra aceptó compartir, en el blog de Sauvage, cada detalle de estos tres días de celebración y de fiesta extraordinarios capturados por Poe – Fotografía.


 

¿Alejandra, dónde y cuándo te casaste?



La boda fue el 29 de octubre en la ciudad de Oaxaca.

¿Cómo Rich y tu escogieron el lugar?

Rich y yo escogimos casarnos en el centro histórico de Oaxaca por diversas razones: para tener una calenda que nos llevara de la ceremonia civil a la fiesta, para que los invitados (sobre todo los extranjeros) no tuvieran problema en regresar a su hotel/Airbnb en la madrugada y, porque después de la fiesta escogimos tener un “after party” en una de las cantinas más antiguas en Oaxaca y que está en el barrio de Xochimilco.


Queríamos un lugar abierto, que representara un poco la arquitectura de Oaxaca y con algo de naturaleza. Finalmente encontramos La Fábrica Patio, que cumplía con todo lo que esperábamos.


¿Como se encontraron?


Nos conocimos en Oaxaca en el 2012. Rich es sudafricano y estaba en México de vacaciones, a punto de emprender un viaje por Latinoamérica. México fue su primera parada y nos conocimos en la fiesta de amigos en común.


¿Como fue la pedida?



Fue en agosto de 2021 en Sudáfrica. Fuimos de vacaciones a visitar a familia y amigos, Rich me llevó a un viñedo y mientras caminábamos sacó el anillo de su chamarra y me pidió matrimonio. Los dos somos un poco reservados, por lo cual no quisimos hacer un gran show sobre la pedida. Seguimos caminando, por supuesto ya felices, regresamos al restaurante del viñedo y celebramos con mucho vino y comida. La verdad es que no me los esperaba, yo estaba muy tranquila y para mí fue una sorpresa total.


¿Cuánto tiempo pasó entre la pedida y la boda?


14 meses


¿Como escogiste tu vestido?



Al principio quería algo muy largo y elegante. Creo que estaba muy acostumbrada a la idea que se vende de que los vestidos de novia deben ser muy pomposos y llamativos. Pero, en cuanto me probé un vestido así, me desanimé totalmente y me di cuenta que ese no era mi estilo.

Después de recorrer muchos lugares y de muchas pruebas, decidí que lo más importante era sentirme cómoda, poder moverme y bailar sin que el vestido me lo impidiera, y, también, tener algo que se apegara a mi personalidad y, sobre todo, entendí que “menos es más”, por lo que elegí algo sencillo, pero elegante y con detalles exquisitos.


Alejandra escogió el modelo Bukowski por la diseñadora Laure de Sagazan que personalizó con mangas ¾ y una cauda un poco mas larga.


Aparte de tu vestido, cuéntanos un poco mas acerca de tu look de novia…



Para el resto del look quise seguir con toques sencillos pero que resaltaran. Ya que el vestido fue con espalda abierta, decidí llevar el cabello recogido y para darle un toque oaxaqueño, usé una trenza de lado y unos aretes de filigrana oaxaqueña en oro amarillo para que combinaran con mi anillo de compromiso. Aparte de eso, usé un pequeño tocado con florecitas doradas y perlitas blancas y una pulserita con los mismos tonos. Decidí no cargarme de adornos o joyería, porque quería seguir con el estilo sencillo y elegante del vestido.

En cuanto al calzado, usé tacones de gamuza gris y tacón dorado (Flor de Asoka) para combinar con el resto de los accesorios.



Por último, el velo que llevé fue con flores en 3D. El vestido tenía encaje en la parte superior y decidí que el velo llevara los detalles en la parte inferior y que rebasara el largo del vestido, para darle un toque ceremonial.


¿De qué tamaño fue la boda?


230 personas


¿Si tu boda duro más de un día, cuéntanos cómo fue?


Pensando en los amigos que visitaban México por la primera y quizá única vez, quisimos darles una experiencia cultural y tradicional, por lo que elegimos el fin de semana de día de muertos para hacer la boda y así tener varios eventos que involucraran esta tradición tan importante en Oaxaca.



El viernes tuvimos un coctel de bienvenida para todos los invitados extranjeros y familia cercana. Fue en una terraza en Oaxaca y decidimos hacerlo más casual, cócteles, mezcales, tacos y botanas oaxaqueñas.


El sábado fue la ceremonia civil y boda principal.



El domingo tuvimos una boda tradicional. Mi familia materna es de Juchitán, Oaxaca, por lo que tuvimos una boda típica de esa región. Yo usé el vestido tradicional (que fue el vestido de boda de mi mamá y que fue hecho por mi abuela), y todo se centró en esa región, las invitadas usaron vestidos istmeños y toda la decoración, comida y música también fue de Juchitán.



Por último, el día martes tuvimos una comparsa de día de muertos, que es una callejoneada para celebrar este día.



¿Tuvieron el apoyo de un wedding planner?


Sí, y fue muy importante, sobre todo para el día sábado. Nos ayudaron a que todo fluyera para nosotros ese día y nos quitaron mucho estrés de encima.


Cuéntanos un poco acerca de tu boda y de su ambiente


Para cada día escogimos algo muy diferente. El viernes fue importante para incluir y presentar a varios invitados, por lo que elegimos hacerlo muy casual y sin ninguna formalidad. El sábado fue la parte elegante de la celebración. Primero tuvimos una ceremonia en un jardín (Jardín de los Lavaderos, Quinta Real), no fue religiosa, quisimos hacerla de una forma en que nuestra familia y amigos cercanos estuvieran involucrados y hacerla más íntima, sobre nuestra relación y que incluyera tanto a México como Sudáfrica.



Por último, la boda del domingo la hicimos totalmente típica.


En todo momento quisimos que el estilo fuera totalmente nuestro, arreglos sencillos pero elegantes: caminos de mesa típicos, floreros pequeños de barro, velas en copas mezcaleras, luces tenues y adornos aéreos de mimbre.



Las invitaciones las hicimos nosotros. Escogimos un diseño que refleja un resplandor, que es un adorno de cabeza que se usa en Juchitán y que yo usé en la boda típica.



La comida siempre estuvo más apegada a lo oaxaqueño. El viernes ofrecimos tacos, sobre todo pensando en aquéllos que probaban la comida mexicana por primera vez; el sábado fue un menú oaxaqueño y el domingo tuvimos botanas típicas de Juchitán y barbacoa. Y todos los días, ¡mucho mezcal!


La música fue el elemento más importante de toda la boda. Al tener invitados de varios países, fue importante escoger estilos que incluyeran a todos, tanto a las diferentes culturas como generaciones y no sólo apegarnos a lo latino, y por eso tuvimos un poco de todo: banda (para la calenda), salsa, cumbia, pop, reggaetón, música típica de Sudáfrica, hip-hop, etc.


¿Cuál fue tu momento favorito de la boda?


Creo que es difícil escoger un momento en particular. Al decidir hacer un evento tan elaborado y de varios días, tuvimos muchísimo trabajo. Los días anteriores a la boda fueron de mucho estrés y estábamos preocupados que los días de boda serían igual, pero nos mentalizamos en disfrutar cada momento y así fue. Sin dudarlo, fueron definitivamente los días más felices de mi vida. Ver a familia y amigos de muchas partes del mundo en un solo lugar e integrándose tan bien fue algo muy especial. Rich y yo bailamos y reímos como nunca y a pesar del cansancio de días anteriores, llegamos hasta el final de cada evento, rodeados de amigos especiales y súper enfiestados. Casi dos meses después, mis pies aún tienen estragos de todo lo que bailé y salté durante esos días.


¿Eventualmente, cual fue el reto más grande durante la organización?


Al inicio, el proceso de elección de proveedores fue algo complicado. La realidad es que el negocio de bodas es muy grande y a veces intentan vender un estilo que no se apega a los novios, o bien, que intentan forzar el estilo, y por eso nosotros decidimos salir un poco de lo común y escoger negocios más pequeños y dispuestos a trabajar en cada detalle de acuerdo a nuestro gusto. Aunque esto significó más trabajo para nosotros, valió la pena ya que toda la boda fue de acuerdo a nuestra elección y estilo.


¿Qué consejo darías a futuras novias?



Que disfruten cada momento del proceso. Durante la planeación, algunas amigas me contaban sobre sus experiencias y del cansancio y estrés y lamentablemente, me decían que era tanto que el día de la boda llegaban muy cansadas y se “escapaban” en cuanto podían para irse a dormir o que ya querían que el día acabara.


Nosotros nos mentalizamos en disfrutar todo. Es importante darse cuenta que un momento así no se repetirá y que todos sus seres queridos en un solo lugar es algo único y muy especial.

El día de la boda yo les aconsejaría darse un momento a solas. Cuando se despierten agradecer por que el día llegó, respirar y mentalizarse a disfrutar la fiesta. Los novios transmiten la energía a sus invitados y si se ven estresados, ansiosos o molestos, los demás se sentirán incómodos.



Muchos dicen que la boda es para los invitados más que para los novios y en cierta forma es cierto. En nuestro caso, en todo momento intentamos incluir y explicar a los invitados sobre la fiesta y las tradiciones y tener detalles para que todos se sintieran partícipes del evento. Pero también es importante que la boda siempre se apegue a los novios y, sobre todo, que durante la planeación ambos cedan y sientan que las elecciones representan a los dos y no solo a uno.



Por último, es importante creer que nos debemos a nosotros mismos el vivir con alegría la boda. Toda la planeación y el estrés deben valer la pena y debe ser en verdad un momento que refleje el amor y felicidad de la relación.


 

Proveedores de la boda


Venue: Ceremonia Los Lavaderos, Hotel Quinta Real - Fiesta La Fábrica Patio | Foto: Poe - Fotografia | Wedding Planner: Eventos Marcela González | Flores: Florería Floraza | Mobiliario: Palancares | Decoración: Chiquihuite Artesanias | Catering: Restaurante Catedral | Vestido de novia: Laure de Sagazan por Sauvage - La novia libre | Peinado y Maquillaje: Ivanna Ugalde | Aretes: Oro de Monte Albán | Calzado: Flor de Asoka por Sauvage - La novia libre | Anillos: Philip Wulfsohn | Traje del novio: Welton | Música: Luna Sur y Tommy Gun

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